Durante el Congreso FASFE 2023, uno de los temas que se trató, y que más nos interesaba, fue la figura del «Consejero Independiente» que se crea en las S.A.D. con la aprobación de la nueva Ley del Deporte en su artículo 71.

Respecto a ésta mesa redonda, os dejamos nuestras conclusiones sobre la figura del Consejero Independiente:

La creación de ésta figura «supone el reconocimiento de la afición como un órgano propio e implicado en los órganos de gobierno de nuestros clubes, donde se toman las decisiones». Por ello, ésta nueva ley del deporte nos aporta una herramienta muy útil para influir de forma directa sobre nuestros clubes y sobre los órganos de gobierno, es decir, sobre la gestión de las S.A.D., de nuestros clubes. ¿Conseguirá revertir la exclusión de los aficionados en la toma de decisiones de nuestros clubs?

Es obvio que esta nueva ley nos reconoce, por primera vez en 30 años, como actores implicados directamente en el fútbol.

Con ésta ley, se ha dado un paso para salvaguardar y democratizar los clubs. Devolverlos a sus «legítimos dueños», los aficionados.  Se trata de poner a los aficionados en el mapa de la dirigencia del fútbol español. Que los clubes que en los 90 fueron «expropiados», al menos tengan mecanismos de reversión.

Se intentó introducir en la ley el modelo de «Participación mayoritaria» (el 50+1). Éste modelo de influencia de la afición se refiere a clubes constituidos como compañías (SAD) en los que al menos el 51% de las acciones son propiedad de una organización democrática de aficionados. El resto de las acciones hasta el 49% pueden ser adquiridas por uno o más inversores (individuos o empresas). En este modelo la afición mantiene el control del club y sus órganos, a la vez que permite la participación de inversores externos y la influencia directa de los accionistas minoritarios.

No se consiguió.

Sin embargo, la introducción del Consejero Independiente elegido por la afición es un paso en esa dirección, y debemos aprovecharlo.

Todos consideramos que el fútbol es un «gran negocio», para bien y para mal. Y así se trata y se regula desde los poderes públicos. Sin embargo, cabe preguntarse:

Si hubiera una realidad cultural y social de la magnitud del fútbol (que no fuera el fútbol), ¿permitiríamos que se hubiera mercantilizado de ésta manera? ¿Se habría aceptado sin más? ¿Porqué el fútbol es diferente? ¿Porqué ese grado de protección que sí opera en otros ámbitos se acepta que en el fútbol no debe operar?

Si en el fondo el fútbol mueve más conciencia y explica mejor la sociedad que otras expresiones culturales que sí están protegidas, y que jamás se nos hubiera ocurrido mercantilizar y privatizar, ¿porqué el fútbol sí lo hemos aceptado?

Con la nueva Ley del Deporte se intentó, y en parte consiguió, modificar la percepción que tienen los poderes públicos del fútbol, en respuesta a éstas cuestiones. Es más fácil convencer que vencer. No debemos obviar que el futbol es un elemento social y cultural de primer orden.

Y de ahí nace la figura del «Consejero Independiente», de la necesidad de fiscalizar a las Sociedades Anónimas Deportivas.

Pero ¿qué vamos a hacer con la nueva Ley y con la figura del «Consejero Independiente?

Desde Libertad VCF tenían claro que la pata legislativa era clave, tanto o más como la lucha social y la protesta. Pero por desgracia, se ha quedado corta. Se consiguió incluir en la nueva Ley del Deporte la figura del Consejero Independiente, pero los clubes aún no la están aplicando (argumentan que falta la redacción del Reglamento que lo regule. Los compañeros de Libertad VCF ya han puesto una demanda para que se empiece a aplicar desde ya, pues la Ley es clara y contundente.

El Consejero Independiente es un instrumento con una implicación potente y fuerte para que los aficionados nos planteemos estar en los Consejos de Administración, que son simples órganos de gobierno para tomar las decisiones sobre los clubes.

Se trata de un consejero que no está puesto «a dedo» por la mayoría accionarial, sino por la propia afición.

Como consejero tendrá derecho de acceso a la información relevante, y tendrá la capacidad legal de reclamar dicha información.

Los accionistas mayoritarios no pueden removerlo de su puesto.

El Consejero Independiente nos da legitimidad ante la legitimidad de la mayoría accionarial.

Por tanto, habrá que plantearse que habrá que presentarse y asumir ciertas responsabilidades.

Para concluir, hacemos las siguientes reflexiones:

Siempre hemos dicho o considerado que «los clubes son de sus aficiones». Ésta herramienta otorga legitimidad y refuerza ésta afirmación, acercándonos un poquito a ella.

Debemos ponernos a nosotros (la sociedad civil) en el centro del foco, como responsables.

Nos cuesta mucho el asociacionismo, por ello debemos potenciarlo y promoverlo. Es algo muy sano y muy democrático, y para conseguir cambios, ¡es imprescindible la participación de todos y todas!

Por ello, queremos animarte desde Unidad Herculana a que participes, ¡a que te asocies y formes parte del cambio!

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