Llevamos unos días de «polémicas» con el tema de la campaña de abonos para la próxima temporada en 1ª RFEF.

Han salido en los últimos días informaciones sobre una posible subida de precios de un 30%, «acordada» o consensuada con el Consejo Social. Incluso se ha hablado de «pacto sellado con el órgano consultivo».

Nada más lejos de la realidad. No hubo pacto, acuerdo o consenso, ya que no hubo ninguna votación al respecto. Pero es que, aunque la hubiese habido, sería no vinculante. Sí hubo algunos colectivos que estaban «conformes» con una subida máxima de un 25%, y así se pidió que fuera trasladado al club (no un 30%, al menos esto es lo que nosotros entendimos…).

Cabe recordar la naturaleza del Consejo Social como un órgano consultivo, que no toma decisiones ni acuerdos. Simplemente eleva propuestas que pueden, o no, ser consideradas.

En cualquier caso, nuestra postura al respecto fue clara. Solo veíamos oportuna una subida de precios motivada por los 2 partidos de más que tiene la nueva categoría. Es decir, congelar el coste de precio/partido. No creemos que sea conveniente subir el precio motivado por la «subida de categoría», ya que sigue siendo una categoría «no profesional». Además, propusimos cambiar el paradigma del concepto que siempre se ha impuesto, por tratar de enfocar la campaña de abonos desde una perspectiva donde prime lo social, y apostar por una «campaña a la alemana», con precios más populares y descuentos hacia las clases más desfavorecidas, que incentiven y hagan crecer la masa social, aprovechando la ola que se ha desatado no sólo en Alicante (que también), sino en todo el panorama nacional, donde los jóvenes están volviendo a los estadios para ver a los equipos de sus ciudades.

La respuesta fue que no se consideraba algo así porque «aunque se pusieran los abonos a 1€ íbamos a ser los mismos que subiendo los precios». Esto habla del conformismo y poca ambición por hacer crecer la masa social de los que toman las decisiones dentro del club. Debemos apuntar que esta postura también fue secundada por otros colectivos presentes.

Al margen de los precios, sí es cierto que se han tomado en cuenta y parece que se aplicarán propuestas de todos los colectivos del Consejo Social, aunque no han sido del todo satisfechas. Por ejemplo, pensamos que aplicar solo un 5% de descuento a personas con un certificado de vulnerabilidad o exclusión social, o a parados de larga duración, es más que insuficiente. La justificación que se nos dio al respecto fue que «como existe la picaresca, puede darse la situación de que alguien se beneficie de ese descuento y lo use otra persona…».